EL VACÍO DE LA TIERRA AUSENTE
Joseba
Sánchez Zabaleta (Cistierna, León, 1970) presenta “El olvido que
nos habita” en lSala Parés, de Barcelona. Los óleos mostrados en
esta propuesta reflejan la realidad invisible que nos acompaña,
aquella que existe, pero pasa
inadvertida ante nuestra mirada, sumida en las rutinas cotidianas.
Ofrece el pintor una obra de pulcro realismo, detallista, sumida en
una luz tenue, de claridad pausada, extraída del instante recordado,
aquel en el que el paisaje rompe el velo del ritmo temporal
imperante, trasladando
la contemplación al estado sumido en el reposo del tiempo detenido.
En otras composiciones, recrea el artista instalaciones en la cual
quiere reflejar el lento fluir de la existencia, espacios vacíos
en espera de sus moradores. En sus piezas la ruina es apariencia,
pues el ánima de los habitantes están impregnados en objetos y
rincones, utensilios y pasillos, el vacío solo es inexistente.
Para ello sólo basta mirar, mirar con parsimonia, detener el
pensamiento y esperar que surja el destello revelado de la realidad
auténtica, aquella que permanece, cambia y se transforma,
manteniendo su esencia eterna.
El
pintor recorre el sudeste peninsular, descubriendo los paisajes de
esta provincia. Dice este artista que “ Almería
se ha convertido en el epicentro de mi vida en estos últimos tres
años. He viajado periódicamente al oriente andaluz en busca de ese
vacío propio de la tierra ausente y allí estaba”. En
su visita quedó atrapado de
la
belleza primigenia de los campos desiertos, de las ruinas y cortijos
abandonados, envueltos en luz cegadora, en
la nada descarnada de un escenario primigenio.
La
obra de Joseba
Sánchez Zabaleta es
un ejercicio de reflexión sobre la soledad aparente, la libertad de
la persona libre del tiempo. Lo expresa en escenas compuestas con un
equilibrio visual absoluto, superando la perfección de la fidelidad
en la imagen plasmada en el cuadro, para incorporar el rastro de la
ausencia, el misterio en las sombras, el reflejo presentido de las
huellas en los utensilios abandonados. Sabe modular el
ritmo de la contemplación, estimular los sentidos en la aventura
visual de su recorrido en el cuadro. Los
colores aplicados en sus piezas son suaves, apagados, simulando estar
el polvo impregnándolo todo, los objetos, paredes, suelo, el
aire…reflejando el instante detenido del olvido. La pintura de
Joseba
Sánchez Zabaleta nos
muestra
la existencia ajena
al
tiempo medido. Esta excelente exposición podrá visitarse hasta el 1
de julio.
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