LA
PUERTA DE MI CASA
Marga
Blanco es una de las voces más frescas, claras y directas de la
actual lírica nacional. Posee rotundidad en la expresión, limpieza
en la estructura de la estrofa, certera puntería sensitiva, que
atina a conectar con el centro de la palabra oportuna engarzada en el
poema.
Esta
autora posee un amplio recorrido literario, que en su madurez
creativa consigue mostrar una obra de intenso significado emocional.
Me refiero a su última entrega “ La puerta de mi casa”, de
Sonámbulos ediciones. En ella recorre una serie de cauces de
intensidad oscilante, en los que va descubriendo su universo íntimo,
reflejado en el entorno más personal de su existencia, en los que
deambulan aquellos seres ligados a ella por su afectos o recuerdos.
En el transcurso de su poemario va mostrando una serie de estancias,
inmersas en la claridad del vocablo depurado, no nacida del ritmo ni
de la palabra reverberante, sino de la luminosidad sentimental
portada en su significado. Propiedad de sus composiciones no
conseguida por la expresión lacerante oportuna, como tampoco por la
sorpresa oculta en su conclusión, sino por el recorrido sencillo,
soportado en un ritmo sublimado, que deja sólo el peso de la
palabra, la cual se transforma en significado sentimental, siendo
estas emociones quien, con su ordenación en el poema, dan sentido a
toda la composición.
Vida
y muerte, desengaños y deseos, se suceden de forma encadenada, como
imágenes que van iluminando las diferentes estancias de la
existencia diaria, sobrepuestas a la rutina de lo cotidiano, pues la
autora salva sus impresiones de las horas inanes de los días. Su
mirada lírica extrae estos sentimientos y los saca a la luz, les da
cuerpo y vida, para después alojarlos en la memoria de la
experiencia. Pero la cualidad de estos poemas, descansan en la mirada
vital que Marga Blanco propone, pues sin abandonar el recuerdo,
supera la nostalgia y encara el presente con valentía, fuerza y
alegría, sensación que se niega a perder, gracias a los afectos que
la conectan con el pasado brumoso, y le permiten autoafirmarse en ser
ella misma, proyectando su alegría hacia el entorno.
En
este libro despliega la poeta una hábil expresión lírica, de
apariencia no complicada en la conjunción de las palabras, albor en
su aparición, en la que el trabajo intenso en el encaje del verso
sustenta toda su producción, explorado el vocablo para transmitir la
imagen sin añadidos ni efectos innecesarios.
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