sábado, 24 de noviembre de 2012

CRÍTICA A LA EXPOSICIÓN DE PACO MONTAÑÉS


MANTENEOS LEJOS DEL MUNDANAL RUIDO

 
Autor: Paco Montañés. Título: La pincelada única. Lugar: Palacio de los Conde de Gabia. Fecha: Hasta el 25 de noviembre de 2012.

La acción sustrae el pensamiento, evadiéndolo de la realidad cotidiana para centrarlo en la ejecución del acto, no como medio para conseguir un objetivo o producto sino como fin último. La senda emprendida es entendida como permanencia, reflexión activa y ajena al entorno distinto del trabajo emprendido.

El camino se justifica en sí mismo, siendo más enajenado el pensamiento cuando es mayor la concentración, minuciosidad y precisión. Consigue romper el cerco racional para lograr el surgimiento del resplandor de la idea nueva. Se accede de esta forma al conocimiento personal y a ideas originales. Este es el sustrato de la filosofía oriental, desde la técnica zen, utilizada por Paco Montañés en la construcción de su obra.

Los dibujos en tela de arroz constituyen un haiku continuo que recita la vida cotidiana, el descubrimiento del sentido humano. Es difícil el método empleado, pues no permite fallo alguno. Rapidez, exactitud en el trazo y concentración profunda, son los elementos necesarios para su correcta ejecución.
 
En ese trance el artista muestra una visión de la realidad más profunda, estando la mano raptada, presa de la voluntad del subconsciente, que aflora y destapa aquellos recuerdos ocultos observados en la rutina diaria.

Surge una obra vibrante, de impacto visual, delicada en la contemplación, rotunda en la pincelada, poderosa en el cúmulo de sensaciones transmitidas en la mínima expresión. Al concluir su producción, el autor sufre un cambio interior, encuentra su solución, mostrando un conjunto de piezas con las características aquí descritas.  

Igual ocurre con las piezas cerámicas elaboradas, surgidas como gotas destiladas tras un largo proceso alquímico de tortuosa elaboración, sintiendo el artista una trasformación intensa cuando concluye. Cumple con los mismos principios de la técnica liberadora del cerco lógico, para alcanzar los destellos de la imagen distinta intuida en el interior de su creador.

Quedan como resultado las piezas para la contemplación del complejo trabajo realizado, cuya repetición requiere gran esfuerzo y pericia, solo apto para los elegidos.

Paco Montañés nos presenta una exposición de intensidad conceptual profunda.

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