VIDA Y SENTIMIENTO DE UN PINTOR
Autor: Fernando González. Título:
Espacio&Espíritu. Lugar: Sala de exposiciones Gran Capitán. Fecha: Hasta el
2 de mayo.
Fernando González es un pintor versátil, que
aborda temáticas variadas, siendo palpable la influencia que ejerce Granada en
su producción artística. Este autor plástico se introduce en el mundo
costumbrista de la ciudad, describiendo a sus gentes, tradiciones, vivencias y
personajes. A veces se recrea en los elementos más castizos que la definen,
conformando una obra de aparente amplio sabor tradicional, cuya impresión se
desvanece si se observa el amplio repertorio de su producción plástica. A
Fernando le gusta pintar lo que siente, comunicar con el gran público,
describiendo tanto estampas costumbristas como ofreciendo soberbias piezas de
realismo impactante, de amplios cielos de azul rizado por las nubes, rasgado
por los rayos solares, vestidos de dorados delicuescentes, que avisan de la
melancolía del atardecer, o del fresco canto triunfal de la mañana. Bajo ese
cielo está la ciudad, sea Granada, Nueva York o Chicago. Ese es el Fernando
González cosmopolita. Este autor posee un amplio campo de acción, sometido a su
deseo de plasmar lo que ve, el sentimiento del momento, la emoción que le da
vida. Trabaja paisajes, escenas de estudio o retratos, estos últimos arropados
de una intensa expresión emotiva, mediante la cual conoceremos la fuerza y
sentimientos de sus personajes, la humanidad que llevan dentro de sí.
El trazo del pintor es poderoso, de paleta rica,
exuberante, de colores no exentos de gravidez, que se evapora cuando trascribe
el cielo de sus ciudades y paisajes. Es rotundo en la configuración de la
imagen, que surge del cuadro con peso visual, en un entramado cromático sólido. Recorre los campos del color, siendo seducido
cuando recoge los verdes y ocres para representar el ánima de la tierra
granadina. Es una sensación ardiente la desprendida en la observación de las
composiciones relacionadas con ella, que transforma en frialdad, temblor ante
la grandiosidad, cuando abarca las metrópolis con su vista para reflejarlas en
el lienzo. El murmullo de la urbe, su despersonalización, la soledad, en un
confuso universo técnico, se respira al
contemplarlos. Es una dualidad presente en su obra, la novedad frente a la
tradición, intentando conjugar ambas, en un proceso de plasmación de la imagen
liberada de adjetivos, para ser sólo Pintura, crónicas de una vida y un
sentimiento. El conjunto expuesto en la Sala es producto de la maestría, y
calidad artística, de Fernando González.
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