domingo, 6 de marzo de 2016

HE ATRAPADO UNA SOMBRA


UNA METAFÍSICA DE LA LUZ

Autor: Fernando M. Romero. Título: He atrapado una sombra. Lugar: Crucero del Hospital Real. Fecha: Hasta el 1 de abril.

En la pintura el planteamiento inicial es fundamental, surgido de la experiencia de horas de estudio, buscando obtener la obra que coincida con el deseo pensado. No basta comenzar a trabajar para concluir en lo que saliere, como decía D.Quijote del pintor de Úbeda, sino conseguir nuevas experiencias que hagan más completo el bagaje artístico del autor. El cordobés Fernando M. Romero propone una reflexión estética de profundo concepto plástico, partiendo de estructuras intelectuales bien diseñadas, usadas como equipaje, en su aventura en la intrincada tierra de la expresión pictórica.
Este artista es un explorador de la imagen, adentrándose en zonas de penumbra, asolado por la luz, perdido por el peso de la sombra, inquieto por las interferencias de las rendijas por donde se cuelan los haces luminosos, buscando el rastro de su halo, la esencia de su sustancia, el palpitar de la sombra. Ésta es esquiva, mas el estudioso de la forma representada no ceja en su empeño, centrado en su captura.
Fernando M. Romero analiza los planos luminosos, sus contrastes, las capas de colores que dan cuerpo al blanco reflejado, jugando con los efectos ordenados de su abundancia, o soledad, en la superficie visualizada. Traspasa el cuadro, sin abandonarlo, indagando sobre las posibilidades expresivas de otras técnicas, como fotografía, vídeo, y su conjunción, con instalaciones tridimensionales. Logra alterar la realidad entendida, modificando el espacio sentido, provocando suscitar sentimientos. Para ello no utiliza la fuerza de un cromatismo exuberante, ni efectos visuales vertiginosos, sino la simple organización de variados elementos de figuración visual, encajados perfectamente, para incitar en el espectador la curiosidad sobre el espíritu escondido tras el blanco. Al igual que éste, la realidad es una ficción manipulada por el pulso de la luz, en una disposición intencional que genera una temporalidad nueva, que oculta la verdadera faz del espacio manipulado.
Puntos oscuros simétricos se reproducen en el cuadro, organizados en un entramado de líneas. Las cuales se deshacen o tienden a completar el orden presentido, generando con la proximidad sombras, volúmenes, pliegues espaciales, o amplios vacíos de albor. Los videos introducen cinetismo, ritmo en los momentos cíclicos de la Sala. Las piezas de composición fotográfica, libres o asociadas al trazo del dibujo, añaden imágenes liberadas, movimiento convulso del flujo de la sombra perfilada, que adivina un contorno.
La instalación de Fernando M. Romero es un estudio profundo sobre el lenguaje visual, el juego mental que sus insinuaciones producen, descrito como una metafísica de la luz.

 

 

 


 
 




 

 

 

 

 

 

 

 

 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
 

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