El Sueño y la Muerte
Autora:
Ana Canteras. Título: Halleluja!
Lugar: Galería Alfareros. Fecha hasta el 15 de septiembre.
El sueño y la muerte, evocaciones que
se convierten en símbolos que ocultan las claves para poder penetrar
en la irrealidad, ajena a la percepción consciente, sea el submundo
o las impredecibles estancias oníricas. Ana Canteras explora el
mundo subconsciente, basada en la idea de Ofelia, cuerpo inerte que
como durmiente flota en el río. La flor fue la culpable, y los
petirrojos sus testigos.
La pintora recrea todas estas ideas en
diferentes piezas, acuarelas y óleos, en los que va plasmando cada
una de las imágenes, parte de un puzle, que da sentido a todo el
conjunto. Expresa la belleza pasajera, el deseo, la vida y la muerte,
reflexionando sobre la fugacidad de la existencia.
En sus piezas las flor, plenitud de un
instante, se convierte en imagen reiterada; el agua marchita
representada en los peces recogidos, y los pájaros, testigos
indolentes de las obsesiones que nos inundan. Éstos son los
mensajeros del más allá, su canto es el lenguaje del mundo oculto.
Ana Canteras plasma estas visiones en
cada una de sus piezas, recreándose en un universo romántico, que
rescata y expone como formas dinámicas, aparentemente sin conexión,
pero cuyo conjunto de sensaciones, y sugerencias desprendidas,
conforman una estructura onírica de gran peso intelectual. La
artista exhibe una buena técnica expresiva, transformando el fondo
verde de su inspiración en colores libres de pasión, de fondo
grisáceo, para componer una visión fría de la historia relatada.
Incorpora, en el trabajo plástico mostrado, paisajes de horizonte
difuso, perdidos en la bruma, casi a punto de descomponerse en las
tristes manchas cromáticas. Crea así un escenario misterioso,
invitando a penetrar en su seno, para descifrar el envés de la
realidad. Éste soló puede ser conocido a través de los sueños, o
en todo caso inspirado por la revelación de las aves, quienes
trasladan los mensajes de los genios del trasmundo.
La obra de Ana Canteras constituye una
reflexión interesante sobre el tiempo, la vida y la realidad
racional que los sustenta, aparte de explorar en la Historia del Arte
para construir expresiones estéticas actuales, sin salirse de los
modos y formas de la Pintura clásica. Esta autora va más allá de
la simple recreación plástica, mera muestra ingeniosa, o habilidad
con los pinceles, pues impregna su trabajo de inteligencia,
profundidad en su dicción plástica y estilo propio. En su obra la
Pintura se concentra en ella misma, para presentarse con otro ritmo,
proponiendo nuevas interpretaciones sobre la percepción tangible
sometida a la razón.
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