Carmen Laffón. “La Sal” en Real Jardín Botánico de Madrid, hasta el 23 de mayo.
Es una suave imagen plasmada en un colorido ligero, que trasmite serenidad, etereidad en el ambiente, amplitud en la mirada. Carmen Laffón nos propone un escenario de impresión onírica, extraído de la realidad. Sobre un dibujo preciso, de rasgos geométricos que pierden su rigidez por el efecto cromático aplicado, describe la pintora un entorno que evoca el encuentro trascendente, cuando la persona busca la soledad, para poder fundirse con el ánima invisible que fluye en todo el espacio, dialogando con ella, en los momentos donde la realidad toma asiento. Quiere la artista expresar el carácter del paisaje a través de la luz, el agua, la sal y el cielo. Estos son los elementos que conforman la visión de esta creadora plástica plasmada en sus cuadros, y describen el Sur idílico, y que algunas veces un destello instantáneo de la realidad descubre, gracias a la intuición de la mirada sensitiva.
Carmen Laffón nos muestra una obra de sencilla contemplación, simplicidad conseguida gracias a la elección de los componentes esenciales que definen un paisaje, su esencia, el palpitar luminoso que en su recorrido, y reflejos, lo llena todo. Azules, grises y blanco se conjugan para crear una atmósfera apacible, cuando la emoción alcanza su estado feliz. Sin estridencias, sino como situación de contemplación autosuficiente, ajeno al devenir temporal. Esta pintora consigue expresar el todo con sencillez aparente.
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