LA MAGIA ESTÉTICA DE GARCÍA IBÁÑEZ
Autor:
Andrés García Ibáñez. Título: Beethoven.
Del corazón al corazón. Lugar: Espacio Cultural Serrería Belga de
Madrid. Fecha: Hasta el 23 de febrero.
Es Andrés García Ibáñez un
auténtico paradigma de significación en el panorama pictórico
nacional, pues sin necesidad de estar en Madrid, ni de insistir en la
publicidad, ha ido consolidando un prestigio artístico demostrado a
través de su obra.
Lo conocí allá por los noventa,
cuando yo estaba inmerso en la aventura gilabertiana. Colaboró en
una de mis ediciones. Al verlo, se desprendía su esencia de pintor,
sólo enfrascado en el universo de los pinceles y creación sin
límites. Sencillo en el trato, profundo en su oficio. Poco puedo
decir sobre su trayectoria plástica, pues ella por sí misma
justifica su solidez estética.
Ya ofreció “Variaciones
plásticas en torno a Beethoven”,
en aquellos meses de incertidumbre de la Covid, mes de marzo, tiempo
incógnito sobre el futuro, reclusión y reflexión. Mas todo pasó
como un mal sueño y la vida sigue.
Su Arte es consustancial con la vida,
expuesto como expresión vital, de triunfo y gesto socarrón sobre
las futilidades sociales que nos rodean, crítica y sonrisa se aúnan
en el relato creativo de Andrés García Ibáñez. Mas el artista se
evade, en su campo de acción figurativa, hacia los espacios de
sensaciones y emociones, huida que se interna por los caminos de la
fantasía, penetrando en las luces y sombras que ésta le aguarda,
vibrando, soñando, sucumbiendo ante los destellos que el pintor
descubre, en su viaje mágico estético, siendo empapado en ellos
para plasmarlos en sus piezas. En éstas conjuga sus experiencias
sensitivas, el trasfondo de todo el sustrato estilístico que mueve
su experiencia con el pincel.
En esta ocasión prosigue Andrés
García Ibáñez con su pasión artística, las sinfonías de
Beethoven
y el descenso hacia el subconsciente de Goya. Conjuga ambos genios,
en sus coincidencias biográficas y producciones. Los ensambla
armónicamente a través de su obra, en una instalación fresca y
dinámica, en la cual la contemplación de sus composiciones nos
adentra en el hábitat sensitivo de ambas cimas del Arte.
Las piezas presentadas en esta
exposición poseen rotundidad, significado simbólico, que traspasa
la mera imagen, para penetrar en el sentido inferido por el artista.
Pero la modulación cromática incorporada acompaña, dirige y
define, la escena contenida en las imágenes impresas en cada una de
sus obras, conformando su conjunto un cuerpo único que genera una
figura singular, con personalidad propia, la cual comunica el mundo
que anida en las sombras de la conciencia. Lo consigue el pintor con
fuerza, precisión, y calidad en la idea traspasada con el pincel al
lienzo.
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