AIRE FRESCO PARA EL FUTURO
Autor: Pablo Valenzuela Martínez. Título: Maleficum.
Lugar: Sala de exposiciones de Servicio Centrales de Caja Rural de Granada.
Una gran sorpresa ha sido conocer a este joven pintor,
cuya edad no corresponde a su seriedad artística, a la determinación que guía
su trabajo plástico. Tiene claro los objetivos que quiere alcanzar, así como la
definición y sustrato de la obra que enseña. No como otros que se pierden en
concepciones vagas sobre la razón que
explica su obra. Pablo Valenzuela nos muestra una serie desbordante de piezas
vibrantes, de pequeño formato, cuyo cromatismo posee una tensión interna que
desprende efluvios que inundan la Sala, estando los colores no por ello en
estado de torbellino desbordante o éxtasis explosivo, sino en contención
sólida, cuyo peso rompe el ritmo temporal para inundar la mirada con los haces
de tonalidades evanescentes, transgresoras de la trascendencia que esclaviza
los momentos pensados.
Las
composiciones colgadas juegan en una confrontación entre la figuración
mantenida por un dibujo preciso, exacto, mágica extracción de la imagen real,
con un fondo etéreo, delicuescente a veces, sumido en un cromatismo delicado,
sutil, envolvente, y cargado de significado en la comprensión de la pieza
observada. Es una abstracción cubierta de un soplo de símbolos, que inducen al espectador a comprender el
mensaje del autor. Pablo Valenzuela describe una realidad alternativa, que
subyace bajo la alfombra del bienestar, en un mundo consumista que se olvida de
los desterrados. La miseria, no exenta de esperanza, vive en el subsuelo de la
mirada feliz, siendo mostrada en la propuesta de Pablo como una especie de
exorcismo. Este pintor domina agilmente el lenguaje del color, como si de una
declamación de solfeo fuera, vibrante y chispeante, proponiendo una valiente
configuración plástica, sencilla en apariencia pero compleja en su expresión.
Demuestra soltura en el trazo, seguridad en el campo del color, y habilidad en
el uso del vocabulario cromático, declamando diversas estrofas plásticas para
confluir en el tema central de la obra, arriba descrito.
Pablo
Valenzuela demuestra un desparpajo valiente, libre de ataduras académicas, es
un autodidacta, de tormentosa valentía juvenil, que promete composiciones de
gran calado en futuras, y exitosas, realizaciones pictóricas.
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