BORJA SATRÚTEGUI Y SUS MOMENTOS

LOS MOMENTOS DE B. SATRÚSTEGUI

Autor: Borja Satrústegui. Lugar: Hotel Ladrón de Agua. Fecha: Hasta el 1 de mayo.

Es una obra singular la de Borja Satrústegui, pues brilla con un estilo ambivalente, apareciendo como sombra de la modernidad clásica y como ilustración pop, mas no es ninguna de las dos cosas. Este artista muestra un trabajo sincero, independiente, realizado con un estilo personal, expresado como producto de una necesidad vital de expresión de sus sentimientos y evocaciones. Pinta porque sí, para poder describir un mundo íntimo, tranquilo, inmerso en relaciones de afectos y convivencia. Es un narrador de la vida cotidiana, de las pequeñas cosas que rellenan las horas de la existencia. La producción de Borja Satrústegui me recuerda, en algunos de sus personajes, en las poses que adoptan, a la obra de Gauguin. Hay un aroma de este pintor en sus piezas, en las siluetas y colorido, pero sólo eso, en impresión se queda. También a un tipo de ilustración muy en boga en los setenta y ochenta, que surge como brillo tangencial en la memoria. Pero la obra de este creador plástico es muy personal, se impregna de cultura visual, para ser modelada desde un modo propio de entender la figuración en la Pintura. El autor traza con prisa e ímpetu, desarrollando la composición como grafía icónica, recogiendo los momentos sencillos de la memoria.

Surgen sus cuadros sumidos en una neblina cromática ajada por el tiempo, dotando a las piezas de sentimientos neutros, en un universo cenizo, intrascendente, silencioso, exhibiendo unos personajes ajenos al entorno, muchas veces ensimismados en sí mismos. Parece que el artista no se quiere pronunciar en la escena, evita influenciar a los seres reflejados en ésta, exponiendo sus vivencias en tercera persona. Borja Satrústegui organiza el color, para trasformarlo en un lenguaje sensitivo que trasciende las figuras, esquemas de un concepto, centrándose en la acción, llenando la superficie del lienzo con las influencias de las gamas usadas, apareciendo muy bien encajadas, tomando el color vida y fuerza propia. El conjunto expuesto, en el Hotel Ladrón de Agua, posee una visualización interesante, reflexiva y de tranquila conclusión.