sábado, 30 de abril de 2016

ACUARELISTAS DE GRANADA


AGUA SOBRE PAPEL

Autores varios. Título: Agua sobre papel. Lugar: Casa de los Tiros.

La acuarela es una técnica muy trabajada, difícil de manejar cuando se quiere expresar una propuesta profunda y novedosa, siendo la habilidad del artista, su ingenio y visión plástica, quien resuelve su conclusión.
La Asociación de acuarelistas de Granada muestra en la Casa de los Tiros un conjunto de exuberante colorido, variedad temática y excelente elaboración. Hay de todo, obras de factura clásica, muy buen nivel pictórico, y bastantes piezas de gran originalidad.
El maestro José Carmona, acuarelista referente de nuestra pintura, expone una pieza dentro de su línea de producción histórica. Rica en color, complejo entramado de pinceladas y detalles múltiples, auténtica condensación cromática que trasmite el frescor del jardín, el misterio tras los muros, la perennidad de la tradición.
Me ha gustado también la obra de Francisco Jiménez Narváez, el interior de su café, vacíos que por sí solos rememoran horas de charla, personas, soledades y alegrías. Colores cálidos bañan el ambiente, llenan la estancia, invitando a permanecer allí. Juan Bullejos vence, en su propuesta, la pastosidad del trazo para mostrar una imagen limpia, clara, precisa, de tonos sólidos pero contenidos, donde el esplendor de la luz vence el abatimiento. Igual ocurre con la pieza de José Gerónimo, de elegancia visual, sencillez e inteligencia, jugando con las manchas monocromas sobre el blanco, surgiendo una estampa apacible de rememoración oriental. Antonio Vela, como Maribel Martos, se centra en el detalle habilidoso, de líneas perfiladas, sobre todo la última, dominando el pincel, ejercitando con destreza la complejidad del dibujo mediante los trazos acuosos. En cambio Aurora Susino se adentra en los espacios del color, jugando con sus intensidades, con la gama de azulados, verdosos y rojizos, consiguiendo una obra de serena belleza y plácida contemplación. Mientras, José María Sánchez enseña una acuarela de paleta reducida, de sedosa mirada, elegante puesta en escena, suave transcurrir como si una balada fuera. Similar es la propuesta de Patrik Rodríguez, aunque de menor intensidad. Es equilibrada la pieza de Manuel Alejandro Rodríguez, delicada transición entre la densidad del mar especular, con sus verdes y ocres, hacía el cielo de azulado tenue, rasgado por manchas rojizas. Adrián Marmolejo expone una composición intrincada en las formas, dinámica en la mirada, exhausta producción. Miguel Ángel Lacal describe el paisaje del extrarradio de la ciudad, con sus vapores y humos al fondo, en un colorido de elevadas intensidades y caídas delicuescentes de color.
Todos los presentes en esta instalación demuestran frescura compositiva, valía artística y gran capacidad plástica.
 
 
 

 

 

 

 

 


 
 



 

 

 
 

 

 
 

 
 

 
 

 



 

 
 

 








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