TODO ES EMPEZAR
Autora:
Rosario García Mora, “Charini”. Título: El paseo de las
emociones. Lugar: Galería Alfareros. Fecha: Hasta el 4 de marzo.
Es valiente la pintora al exponer por
vez primera su trabajo plástico, pues se arriesga a someterse al
juicio del público sobre la validez de su obra, mostrando su
habilidad y buen tino a la hora de elaborar un cuadro. El resultado
final será si gusta o no a los visitantes de su exposición, si dice
algo nuevo, o enseña algún rasgo particular que dé validez
artística al conjunto presentado.
Charini, nos propone una serie de
acrílicos cuya primera impresión nos lleva a una estética pop,
superadora de caracteres naïf. Poseen sus piezas una huella personal
propia, pues desde esta perspectiva estética que recuerda, reconduce
hacia objetivos particulares la expresión final de su obra. Surge
ésta desde principios no concebidos, espontáneamente, siendo su
guía las emociones que la inundan en el momento de la creación,
cuando sumida en el caos sensitivo de sus emociones, va descubriendo
los destellos que definen el momento exacto de su estado anímico. El
resultado es un producto fresco, dinámico, alejado de toda reflexión
metafísica, que fluye ligero en un campo cromático alegre y
optimista, que quiere cantar las bonanzas de la vida, alejarse de la
tristeza, pese a que ha surgido desde las sombras, las cuales quedan
agazapadas en la gravedad de los tonos usados, que se deshacen, en la
parte superior de los cuadros, en los efluvios etéreos de la
fantasía.
Las piezas elaboradas por Charini
nacen de su elocuencia artística, convirtiéndose en un camino de
liberación interior que quiere ser compartido con el publico,
utilizando un lenguaje basado en el color, en su influjo visual que
induce sentimientos, mucho más rico que el alfabético, pues
profundiza en el corazón.
Utiliza la pintora pinceladas
rotundas, gruesas, apasionadas, que se disuelven por las tonalidades
ligeras usadas, brillantes, claras y optimistas. La autora se integra
en el cuadro, construyendo realidades que reproducen el mundo de los
sueños, de estados intemporales donde navega por los ríos de la
luz.
Concluye en tablas de signo elegante,
por la combinación de colores aplicados, los cuales se enriquecen
entre sí, gracias al diálogo cromático que se produce entre ellos,
cuyo rumor sensitivo es transmitido al espectador.
Es una exposición que comunica
claridad, una visión optimista de la realidad, en formas amables que
atraen, y gustan, a la mirada. Tras esta experiencia expositiva,
Charini supera la prueba del juicio del público que la ha
contemplado, con creces y suficiencia, avalando sus posibilidades en
trabajos posteriores.
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