miércoles, 22 de diciembre de 2021

PEDRO SEGURA CANO EXPONE EN LA GALERÍA AÑIL, DE MOJÁCAR

 

PEDRO SEGURA CANO EN AÑIL

Pedro Segura Cano, Lubrín 1964, presenta su obra de nuevo, la cual ya ha expuesto en numerosas ocasiones en la geografía andaluza. Este pintor se define como un gran admirador de Ginés Parra, cuya influencia impulsa su producción plástica. Inmerso ya en esa locura, como este autor la define, conoció al gran pintor de Huércal-Overa, Silvestre Martínez de Haro, que le acompañó en el duro trecho de la creación pictórica, hasta conseguir señas de identidad propia. Gracias a este artista, y al galerista Trino Tortosa, pudo encontrar seguridad en la senda del pincel, logrando alcanzar un estilo característico de gran fuerza expresiva, intenso, rotundo, de imágenes agolpadas, que infiere dinamismo a la composición, sintiendo el observador cierto vértigo visual, para compartir con el pintor el peso de sus pasiones, el sabor del desasosiego, de la incertidumbre sumida en la búsqueda continua, dentro del universo ciego de la elaboración artística. El escritor José García Gallego definió su obra como visualización de un lenguaje secreto.
Los fondos oscuros, la confusión, indeterminación de las imágenes, están contenidas en sus piezas. Éstas poseen un fuerte sabor estético de las producciones del tercer cuarto del siglo veinte, mas Pedro Segura Cano incorpora un signo personal, que hace cobren vida autónoma, desarrollando con su propio estilo otras perspectivas en su contemplación. Intenta, este creador plástico, romper el horizonte del lienzo, penetrar en el cosmos oscuro que sostiene la realidad percibida, sea generando un rumor visual con las manchas depositadas en el cuadro, o mediante saltos cromáticos, desequilibrios en el plano contenido en la pieza, originando ruido sensitivo en la mirada. El artista siente furor, abandonando la lógica del dibujo, la armonía del sosiego contemplativo, para enfrentarse a los gigantes imaginarios escondidos tras las manchas, las superficies de las estructuras adheridas en sus piezas, navegando en la emoción de la aventura sensitiva, e irracional, pretendiendo vislumbrar las luces que dan respuesta a las incongruencias presentes.
Mas la memoria de sus orígenes pictóricos retornan continuamente, situándolo en el punto de partida, para concluir una obra sólida, donde lo que pretende es recomponer la mirada, tras la destrucción del orden propuesto por la lógica del entorno cotidiano, para descubrir la realidad auténtica del tiempo pensado.
La instalación de Pedro Segura Cano podrá ser visitada durante el mes de diciembre, en la galería Añil, de Mojácar.







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