LOS DÍAS DORADOS DE UN OCASO
Autor: Jacinto García Rodríguez.
Título: Una mentira contada mil veces. Lugar: Fundación Euroárabe.
Fecha: Hasta el 11 de marzo.
Recupera el pintor la memoria de la
España islámica, en su último reducto del reino nazarí. En este
viaje hacia el pasado de la memoria plasma distintas escenas, en sus
óleos, centradas en el brillo del ocaso final de Boabdil, sultán
con quien concluyó el Reino de Granada. En este relato recrea
Jacinto García el universo de esplendor, que rodeaba la vida
cotidiana de la corte de este rey, los signos de su cultura, la
huella del oriente clásico traducida en la mentalidad de las gentes
de Occidente.
Aparece su pintura como rememoración
nostálgica del pasado de un reducto del mundo andalusí, expresado
en los rasgos que caracteriza su cultura, que nos recuerda la
existente al otro lado del Mediterráneo. El artista se interna en la
personalidad del rey granadino, el ambiente cultural que le rodeaba,
su lujo y refinamiento, que envolvía la existencia de sus días. La
riqueza de la corte de Boabdil es reflejada en los ajuares de sus
odaliscas, en los adornos de los viejos guerreros, en sus nobles y
estancias. Es significativa la imagen del Rey Chico contemplando el
paraíso perdido, persona culta, sensible, amante de las letras y
forzado soldado, mas su imagen no significa la debilidad que la
historia le ha asignado, sino que actuó con la inteligencia, y
habilidad, que el momento político le permitía, cuando el futuro ya
estaba marcado, rencillas internas, inferioridad militar y
aislamiento, sellaron su destino.
Jacinto García describe todas estas
circunstancias en sus cuadros, lectura visual que se desprende al ser
contemplados. Aúna fuerza y sensibilidad, intensidad cromática y
nitidez expresiva en su dibujo, ofreciendo un conjunto de piezas de
sólida composición, equilibradas, de concisa idea impresa en el
cuadro. El color nos remite a un tiempo pasado, rodeado de brumas
doradas, huella de los días felices de ese rey, persona sensible,
político y guerrero, cuando su destino debería haber sido la de un
soberano dedicado al fomento de las artes. Este colorido es dispuesto
con pasión contenida, modulando la sensación nostálgica de su
contemplación, recuerdo de las gentes que dejaron su impronta en la
historia de Granada. Consigue el pintor atrapar la atención del
espectador, implicarlo en sus reflexiones, e internarlo en el
desarrollo de las historias expuestas en cada una de sus piezas.
Excelente factura artística la
contenida en la obra de Jacinto García Rodríguez, que ahonda en su
trabajo plástico en el estilo intemporal de la Pintura, para
expresarse con voz propia en su estética clásica.
Excelente exposición. Muchas Bendiciones a mi amigo Jacinto García (Rey)
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