LA
LUZ DE HIGUERAS
Autor:
Juan Higueras. Lugar: Galería Gurriarán, Madrid. Fecha: Hasta
finales de noviembre.
La
pintura siempre es interesante si es realizada con calidad técnica,
ingenio y sobre todo con sinceridad, es decir, cuando el artista se
siente movido a expresar la emoción visual que rezuma en su
pensamiento, incitándole a ejercer su acción plástica. Este es el
caso de Juan Higueras, el cual se siente sumergido en una realidad
vibrante de color, exuberante, intenso, fluyente, que en su
ordenación racional compone la imagen percibida, espacio de
topografía cromática, con sus picos tonales y profundidades agudas.
El colorido va organizando un ritmo emocional transformado, tras su
visualización, en una partitura armónica, que otorga una impresión
al paisaje sentido, quedando marcada en el recuerdo para cuando sea
rememorado.
El
pintor comprende este concepto, lo interpreta en sus cuadros,
plasmando el mundo tonal, que rompe con sus embates el equilibrio
visual, atrapando la mirada.
En
los bosques y campos, a través del entramado de ramas, plantas y
árboles, percibe este mundo de gamas y destellos, observando como
recorre la luz ese universo vegetal de rincones ocultos, senderos
perdidos, espacios despejados olvidados, en los cuales, llenando el
ambiente, corre la luz en su esplendor triunfante, rompiéndose en su
espectro visual, concentrándose los colores en unos puntos,
evanesciéndose en claridades doradas en los intersticios, o en el
escaso cielo permitido por la vegetación, si no aparece el brillo
solar condensado en un punto del bosque, rompiendo la umbría
dominante. Cielo y superficie se confunden con el azulado, y cuando
los campos son despejados impera el brillo solar, unas veces sometido
a ocres terrosos, en otras cegador gélido de los espacios nevados.
Juan
Higueras transforma estas imágenes en representaciones plásticas,
impresas con un colorido denso, expresado con suavidad, luminosidad
reposada sobre las formas vegetales, espesura vibrante, que sostienen
su reflejo, o el paisaje nevado. Gracias a la conjunción cromática
aplicada extrae la esencia del ambiente, exponiendo en sus piezas el
sabor sensitivo, feliz rememoración de lugares soñados, para ser
compartido por quien las contemplan. Aquí radica la capacidad
técnica, y habilidad estética, de Juan Higueras.










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