lunes, 10 de noviembre de 2025

THOMAS NEUKIRCH MUESTRA SU OBRA EN ARTE 21, ALMERÍA

 

EL VIAJE DEL CONEJO


Nacido en Aufseß, Alemania, en 1961, Thomas Neukirch es un pintor afincado en Mojácar, cuya obra muestra signos expresivos de poderoso embate visual, surgidos de un alborotado océano cromático, en el que las manchas quieren definirse, adoptar formas y figuras, para describir el paisaje ideado. Mas el peso del color, el impacto intenso del trazo, acumula fuerza, furia, abandono irracional hacia cosmos fantásticos, percibidos tras la imagen pensada, reflejo de los mundos, externos y propios, que se acumulan en la mente del artista.
Es la pintura de Thomas Neukirch un ejercicio sesudo tras la descripción de la esencia íntima que sostiene la realidad, espacios expuestos como visiones extrañas, cuasi oníricas, mas no es eso lo que parece buscar el pintor, sino la impronta primera producida por el paisaje, que tamizado por la emociones que impulsan su acción plástica, generan piezas de especial misterio sensitivo en su observación, sometidas al peso de las sombras, reflejadas en la carga tonal densa, grávida, que flota en el vacío de grises y colores sin personalidad, pues están sujetos al yugo del poder cromático de las gamas oscuras.
Muestra escenarios que transcurren bajo el silencio anodino, tranquilos, en la rutina de los instantes que se esfuman. Tras su aspecto encierran el peso de la mancha, el grito que nace de su espesura, sujeción al tránsito entre la luz y la oscuridad, realidad y misterio, cruce de caminos en el que ambos imperios se encuentran, cuando lo tangible e imaginado no quieren distinguirse.
En la marejada de color contenida en cada pieza, se distingue un flujo constante, variación permanente de la imagen, que vibra, oscila, pero nunca se rompe en la abstracción guardada en su futuro inmediato, pues la razón lógica sienta su peso, salvando la imagen comprendida en la composición. Las manchas siempre quieren expandirse en su obra, pero el paisaje resiste, sabe que es real, apareciendo lo demás como emoción temblorosa, destello del proceso iniciado por el artista al abordar su trabajo plástico.
En algunas composiciones, la intimidad de sus personajes se sitúa en rincones protegidos, pero de fría sensación.
La propuesta ofrecida por Thomas Neukirch posee ritmo sensitivo, cinetismo interno, fuerza en su contemplación.
En Arte 21, con el título “El viaje del conejo”, podrá ser visitada esta interesante exposición, hasta el 29 de noviembre de 2025.
















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