viernes, 6 de abril de 2018

FRANCISCO LEIRO EN MARLBOROUGH DE MADRID

ENTRE CUERPO Y ALMA

Autor: Francisco Leiro. Título: cuerpo inventado. Lugar: Galería Marlborough, Madrid. Hasta el 5 de mayo.

Francisco Leiro crea con profusión, abarcando todos los signos de la representación humana. En esta ocasión presenta seres sin definición total, sólo centrados en sus rasgos, que desarrolla a veces hasta expresiones de imaginación fantástica. El hombre y su entorno es el lema que preside sus esculturas, explorando esta vez la inacción, las actitudes intrascendentes, y el mundo de los sueños que acompaña la existencia humana.
Las esculturas de Francisco Leiro aparecen más sólidas, menos acabadas, mostrando señas de confrontación entre el artista y la madera informe, que se resiste a liberar al duende que lleva en su interior. Es por lo que aparece éste con el rastro del corte sin pulimentar, huella de la confrontación, tras cuyo proceso surge la forma deseada, el concepto sólido que define la idea que el escultor quiere expresar en cada pieza, y juntas describirán el discurso sobre la existencia humana, según propone Francisco Leiro.
La obra de este creador plástico es rotunda, está enraizada en la tierra, naciendo desde la tradición, llevada en su elaboración a una forma actual, dinámica, libre y espontánea, de concebir una obra de arte. Aparecen sus composiciones sumidas en el movimiento congelado, en un estado intermedio entre el ánima y forma bruta, estadio entre el ser y no ser, nacimiento de la nada, en postura hierática a veces. Viven sus piezas encerradas en su soledad, pero se percibe el grito que reclama su existencia.
Francisco Leiro hunde su ingenio plástico en el universo mágico de la Naturaleza, ofreciendo un trabajo de conclusión distinta, sin olvidad su raíz de identidad personal.












lunes, 2 de abril de 2018

OBRA DE JUAN MANUEL BRAZAM DE LOS SETENTA

DEL DOLOR A LA LUZ

Autor: Juan Manuel Brazam. Título: Los trípticos 1976-1977 Lugar: Casa de los tiros. Fecha: Hasta el 30 de septiembre.
Se muestra la obra de Juan Manuel Brazam elaborada en los años setenta, más concretamente del año setenta y seis. Para los que conocemos la producción pictórica de este genial autor nos detalla su evolución plástica en el tiempo, significando su inquietud ante el enigma que encierra siempre la representación de la imagen.
Los trípticos expuestos en la Casa de los Tiros son de gran formato, sugiriendo que el pintor en el momento de su creación quería romper su realidad e internarse en espacios de romanticismo onírico, presos del dolor, de la incomprensión y la tortura de la existencia. Pero José Manuel Brazam superó esta visión de los sueños y exploró en las entrañas de la imagen, deshaciendo las formas para quedarse en el color, en la sensación primera, en la apariencia sensitiva que describe el ánima de la escena observada.
Las obras propuestas son de intensa tensión visual, barrocas en su composición, envueltas en un cromatismo espeso, apagado, de rojos, ocres, naranjas oscuros y algún azul y violáceo que desequilibran el color hacia su versión grávida. Es un mundo angosto, punzante, a punto de producir el grito desgarrado de dolor, que se agota y disuelve en el silencio del ambiente tórrido, suburbio del infierno.
Juan Manuel Brazam se asentó, en su viaje de creación plástica, en los espacios liberados de formas, vacíos inmensos, en los que el artista desarrolla la máxima expresión con un gesto de gran economía plástica. Aligera los tonos, manteniendo siempre las estancias brumosas en las que anida el misterio, Creo que con esta palabras he descrito el trabajo de Brazam, su búsqueda de la imagen última.










domingo, 25 de marzo de 2018

EL SIGNO DEL RECUERDO O LA CIUDAD SENTIDA

Autor: Manuel Ángeles Ortiz. Título: Ciudad de Prodigiosa. Lugar: Casa de los Tiros, Granada. Fecha: Hasta el 15 de abril.

La imagen pierde su armadura, mostrándose en su estructura básica. Apariencia externa que danza aérea con su geometría desnuda. Así define Manuel Ángeles Ortiz el mundo que lo rodea. Es aspecto externo, reducido a líneas y ángulos, donde el blanco, conjugado con azules, veteado por verdes y suspiros ocres, define el escenario que conforma la ciudad.
Este artista granadino tradujo la presencia primera de la imagen en simbología lineal, que con sus quebrada trayectoria describía la estructura de las villas y lugares. Tras esta apariencia esquemática se evaporaba el brillo del alma de la ciudad, que induce ritmo visual a la representación plasmada. Surge danzante la recta, organizada en sus giros, según la idea traducida por el lápiz en el boceto, que el autor repasa con su buril, generando un relato que nos trasmite las cualidades del lugar.
Es un alfabeto pictórico el desarrollado por Manuel Ángeles Ortiz, fluido, alegre, brillante, sin aderezos innecesarios. Logra el pintor recrear la imaginación fabulosa que encierra el conglomerado de edificios, dejando presentir sus rincones y callejuelas, abiertas plazoletas y la magnificencia de sus construcciones. Deposita el observador en cada una de sus piezas la magia del ambiente, pues libera las formas de la carnosidad que da realismo a la imagen, trasportándola a la abstracción, a la idea última que subyace en las profundidades de la memoria, desde la cual pasea por el mundo onírico del subconsciente. Así percibo yo este conjunto de obras del genial artista andaluz. El sur es su origen, su esencia recreada, ofreciéndola en su versión cosmopolita, mas nunca perdía el sabor auténtico de su tierra de procedencia.
Comento lo anterior como expresión de una experiencia sentida, tras pasear la mirada por los recovecos de cada una de sus composiciones, alejándome de los tópicos reflejados en las notas de prensa, o en la reproducción de la biografía del pintor, sus éxitos y avatares, pues lo que preocupa, en definitiva, es conseguir que surja curiosidad por indagar en la visualización del trabajo plástico de este gran creador. Lo demás es una reproducción estéril, que acompañada de frases manidas, se llama hoy crítica de arte.
Los grabados de Manuel Ángeles Ortiz constituyen una excelente, y acertada, exposición.





















martes, 20 de marzo de 2018

JESÚS MONTOYA EXPONE SUS ESCULTURAS EN LA GALERÍA CEFERINO NAVARRO

UN MUNDO DE SUEÑOS

Autor: Jesús Montoya Herrera. Título: Renuevos del bambú. Lugar: Galería Ceferino Navarro (Granada) Fecha: Hasta el 5 de abril.
 
El bambú adquiere vida en la obra de Jesús Montoya. Este artista rescata las formas ocultas encerrada en su seno, y más que perfilar los rostros, las libera de la materia que oculta su presencia. Tras el paso de su mano el bambú abandona su forma original para reclamar su existencia en el mundo consciente. Ahí esta el mérito de este escultor, liberar la expresión encerrada en la materia anodina, pues aúna la habilidad técnica con la magia de la representación de las figuras, tótem, evocación transformadora de la realidad. No necesita un concepto previo para vestir su trabajo plástico, sino que este surge en su obra, y en la mínima descripción relata un amplio repertorio de sugerencias, recuerdos, fantasías y recitaciones evocadoras de otras realidades extraordinarias. Pero Jesús Montoya no centra su acción artística en el objeto taumatúrgico, sino que la traslada a la cotidianidad, a la estética próxima de la persona, convirtiendo sus esculturas en ventanas abiertas al ensueño e imaginación.
Centra este creador plástico su mirada en la construcción de piezas cargadas de belleza, objetos que conviven en la rutina de sus portadores, punto donde se centra la mirada y desde el cual se desarrollan espacios atemporales.
La producción de Jesús Montoya posee un sello propio, es original, elaborada con una excelente habilidad técnica e ingenio. Prosigue este escultor en el estudio de las posibilidades que los materiales ofrecen, construyendo un mundo de sueños.



 
Fotografía por cortesía de Antonio Arenas
 

sábado, 17 de marzo de 2018

ROSAURA ÁLVAREZ UNE POESÍA Y PINTURA EN LA BIBLIOTECA DE ANDALUCÍA

POEMAS EN BLANCO

Autora: Rosaura Álvarez. Título: Retrospectiva plástica. Lugar: Biblioteca de Andalucía. Fecha: Hasta el 28 de marzo.
El blanco impone su presencia en la obra de esta pintora, apareciendo vestido de sombras varias, según quiera definir el ritmo de la luz, el dictado de las horas o el enigma que la penumbra encierra, mas ésta aparece leve, pues es la frialdad del silencio quien ejerce su fuerza en toda la superficie del cuadro. Es un silencio que induce al recogimiento, al mundo íntimo encerrado en cada uno de los cármenes del Albaicín. Este barrio granadino es representado como un espacio plano, pegado a sí mismo, en cuyas entrañas discurren callejuelas laberínticas presentidas. Rosaura Álvarez representa en el plano la dimensionalidad distinta de ese lugar de Granada, invitando al espectador a que descubra sus secretos y estructura. Propone la artista sumergirse en sus piezas, estableciendo un código impreso en cada una de ellas, siendo el sonido común aquel que describe la naturaleza oculta, que constituye el áurea que transmite magia al contemplar esta parte de la ciudad nazarí.
Juega Rosaura Álvarez con el devenir de las líneas, las cuales asienta en cada una de sus composiciones de forma ordenada, sometidas al imperio de la geometría, de la razón lógica que quiere reproducir el sonido eterno de la perfección divina. Pero ella lo dulcifica, doma y convierte en discurrir poético, gracias a las sinuosidades, curvaturas que vencen a las aristas, conformando un conjunto basado en una tensión entre el orden y la adaptación placentera, guiño de la autora en el que propone una mirada lúdica de la realidad. Es como un poema de estructura rimada sometido a reglas rígidas, que se disuelve en su propia musicalidad.
Rompe Rosaura Álvarez la monotonía de la imagen, gracias a la introducción de los elementos vegetales, sean cipreses o ramas que descuelgan por un muro. Significan el caos de la existencia, el azar que rompe el futuro pensado para convertirse en sorpresa, vida en medio de la soledad aparente, mundo privado que bulle relaciones e historias múltiples. Se presienten, pero no se ven. Incorpora de esta manera alma a su obra, latido lírico que se convierte en fluctuaciones pulsantes dentro de un escenario luminoso. Es genial la aparición de la rama en la pulcra superficie.
Excelente retrospectiva de Rosaura Álvarez.




sábado, 10 de marzo de 2018

SECUNDINO HERNÁNDEZ EXPONE EN EL CAC DE MÁLAGA

EL RASTRO DEL TODO


Autor: Secundino Hernández. Título: Todo es mucho. Lugar: CAC de Málaga. Fecha: Hasta el 6 de mayo.

Desarrolla este artista una obra de intenso impacto visual, cuya factura clásica revitaliza gracias a la limpieza y sugerencias cromáticas que introduce. Su pintura expresa un entramado de varios planos superpuestos, donde se refleja diversos estados sensitivos, variedad de situaciones visuales que muestran la complejidad de la realidad percibida.
Secundino Hernández es un pintor que ejerce su oficio entre Berlín y Madrid, y pese a su juventud ha sido galardonado en bastantes ocasiones, siendo su historial de exposiciones abundante.
El trabajo de este autor posee frescura, es ligero, induce movimiento en su observación, cambio permanente, vibración en la mirada, surgiendo espectros de figuras presentidas, garabatos impresos, genios que habitan en el interior del cuadro, atrapados en cada escena plasmada.
La propuesta presente, en el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga, recoge la trayectoria plástica de este creador, en la que propone su percepción personal de la existencia, apareciendo en sus piezas planos de color suave, tonos crema, rosáceos, azulados claros, que rompe por sorpresa con el trazo oscuro, irregular, como una grieta, que surge pasajero, dejando la impronta de su paso. A veces aparece éste de forma rotunda, sólida, configurando una oquedad de forma regular. Presenta en otras composiciones líneas, manchas, guiños ocultos enmascarados tras ellos, dando vida al cuadro.
La obra de Secundino Hernández transmite vitalidad, transición perenne, nervio interno en el lienzo, que relata la inconsistencia de los momentos, tras lo cuales permanece su perfume en el recuerdo. Gusta, comunica, y está ejecutada con elegancia.