jueves, 4 de junio de 2015

EL UNIVERSO ÍNTIMO DE PEPE CAÑAS

LA TENUE LUZ DEL OLVIDO

Autor: José Cañas. Título: Contemplando lo cotidiano. Lugar: Centro Cultural Gran Capitán. Fecha: Hasta el 7 de junio.

El tiempo es congelado, perdido en los instantes intrascendentes de la existencia. Es efímero, fugaz, alejado de la emoción que la memoria le adjudica, trascurriendo en los momentos finales apagados, ajenos a la importancia que el ser humano quiera darle.
José Cañas desarrolla una pintura de apariencia clásica, que tras ser contemplada nos comunica sus cualidades artísticas. No quiere deslumbrar a nadie, sino pintar aquello que le gusta, fundirse con su trabajo, como expresión poética de la tensión creativa que impulsa su mirada. Recrea aquellos estilos que  le interesan, centrando su mirada en los grandes pintores granadinos del primer cuarto del siglo XX. A partir de esta idea desarrolla una producción de suma inteligencia, laboriosidad en su confección, cargada de símbolos y reflexiones sobre el devenir final de la existencia.
Su propuesta plástica está formada por retratos de gente sencilla, amigos, también de bodegones y composiciones de estudio. En todas destaca por la precisión del dibujo, la oportunidad de la puesta en escena de los temas descritos, y el dominio del color, expresado de forma contenida, cuyo brillo es modulado hacia la extinción, cubierto todo por una pátina ajada, introducida intencionalmente por el artista para crear el reflejo de un ambiente sometido al peso del tiempo, donde se palpa el polvo del abandono, el olvido de su dueño, la sencillez de su valor. Los retratos están expuestos de forma sobria, con gran humanidad, destacando la mirada de sus personajes. Poseen un destello especial, resplandor de vida, contando sus ideas, vivencias y carácter.
Los bodegones son rememoraciones de su niñez, de aquellos cuadros colgados que estaban presentes en las casas, recuerdo del tiempo pasado, mas éstos, como las composiciones, están impregnados del misterio de la decadencia, del final inevitable, del ritmo temporal que absorbe la vida. Eleva a protagonista la imagen rutinaria, que olvidada aguarda su extinción.
Las piezas de José Cañas están cargadas de intenso simbolismo, elaboradas  gracias a la mirada lírica del pintor. Aunque él dice que son los espectadores quien lo descubre, que surge con vida propia, fuera de su intención al crear el cuadro.
La propuesta expuesta constituye una interesante reflexión sobre el misterio del Arte, la importancia de las raíces que lo soporta, y la libertad creativa del artista, que pinta sólo porque le gusta.



















































































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