REALIDAD
ROTA
Muñoz
Bernardo presenta un conjunto pictórico de interés compositivo,
habilidad en su configuración y fuerza
creativa.
Es
una obra definida por un dibujo preciso, de contornos definidos,
visualización cortante, nitidez en el detalle, armonía en el
espacio ocupado, orden en la mirada, sosiego en el tiempo atrapado en
la escena. Flota el dibujo sobre un colorido limpio, cálido,
diafanidad que refleja las horas frescas de la mañana o el canto
triunfal del crepúsculo. Color y trazado se arropan mutuamente, sin
perder su identidad, más el binomio formado por ambos produce un
efecto palpitante, ensoñado, idealización de una realidad que se
esconde en brumas y humos, en pastosos destellos tras los cuales se
supone la elegancia de las formas, la pulcritud de la luz
trasparente, levemente cálida, de dorado evanescente. Mas el
conjunto de piezas perdería solidez en su contemplación si no fuera
por la energía incrustada en el cuadro, por la faz fracturada
simulada en la mirada enmarcada, que genera vibración, desconcierto
en su observación, y sensación de inestable equilibrio en la
composición presentada. Es un todo que se deshace en formas
fraccionadas, partes de un puzzle, que quieren danzar en torno a la
esencia de la materia captada, al son del torbellino de la huella del
tiempo. Esta seña de ritmo incorporada al cuadro dota de
originalidad al trabajo plástico de Muñoz Bernardo, que rompe la
placidez de la escena clásica o costumbrista, para aderezarla de
ímpetu caótico, impregnación del devenir urbano, en sus ruidos e
inquietud constante. El pintor empapa de sensaciones su producción
plástica, trasmitiéndole vida propia.
Es
una propuesta de excelente valía plástica la expuesta en Milenium
Gallery por Muñoz Bernardo, la cual podrá ser visitada hasta el 9
de junio.
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