EN EL LABERINTO ZEN
Autor: Michiel van Nieuwland. Título:
Cuando cavo un hoyo, levanto una colina . Lugar: Galería Arrabal y Cía. Fecha: Hasta el 2 de
noviembre.
La mirada se pierde en los recorridos
laberínticos impresos en papel de arroz, repitiendo de forma
infinita el trayecto impuesto, en cada una de las unidades que
componen la obra, más el autor introduce una diferencia en alguna
zona de la superficie, lo cual genera multiplicación del plano en la
mirada, sugerencia variable según el momento de la observación,
tensión transmitida al conjunto diseñado. Michiel van Nieuwland es
un experto grabador, que muestra su producción en linograbados.
Difícil empresa la ejecutada, con aérea pulcritud y hondo
significado expresivo.
El creador plástico usa esta técnica
no como fin, sino como medio de meditación, abstracción absoluta en
el trabajo repetitivo, agotador, que libera el pensamiento, rompe la
lógica, encontrándose con su yo. Es una meditación zen, un mandala
en el cual se repite un mantra sin cesar, impregnando el artista una
imperfección, su huella personal, donde se refleja el informe mundo
del subconsciente. Traslada su esfuerzo condensado en el grabado en
los papeles tintados, constituyendo éstos el recuerdo de su
ejercicio, destello obtenido tras el tortuoso proceso de meditación
a través de la construcción de su obra. El espectador descubre la
imagen obtenida, se confunde en ella, deambula por sus recovecos,
haciéndose partícipe de la aventura del autor. El trabajo de M. van
Nieuwland presenta un vocabulario cíclico, repetitivo, letanía sin
fin, invocando el universo inabarcable, su grandiosidad, donde el ser
humano no es nada, es parte, se funde en su torbellino. Y en este
viaje descubre cada vez perspectivas nuevas, pues las piezas hablan
con el observador, tienen vida, que se deshace para proponer una
nueva entidad.
Es un trabajo de sólido
planteamiento, intelectualmente profundo, de un ágil manejo del
lenguaje visual y depurada técnica grabadora, mas se diferencia del
resto por la gracia compositiva poseída por M. van Nieuwland.
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