POR SUS OBRAS LOS CONOCERÉIS
Autor: Miguel Ángel Vázquez Vera.
Título: Espacios de encuentros con el Yo Lugar: Palacio de los
Condes de Gabia. Fecha: Hasta el 23 de marzo. Exposición
integrada en la edición 2019 de FACBA
(Festival de Arte Contemporáneo de la Facultad de Bellas Artes)
Un diáfana luz llena la estancia,
espacio organizado con racionalidad, aséptico y funcional, conjugado
con las obras expuestas para crear ua atmósfera envolvente
predisponiendo la mirada a un recorrido abigarrado de color, que en
sus gamas intensas provocan un paisaje cromático accidentado, lleno
de sobresaltos tonales y descensos bruscos cuando son apagados.
El color aparece ordenado, sujeto a
los límites de las formas, las cuales están plasmadas de acuerdo a
una estructura geométrica, de líneas que guardan a veces un ángulo
que sugiere movimiento, pero la rigidez prevalecen en el conjunto,
pues el orden siempre impera en nuestras vidas, parece decirnos.
Incorpora como contrapunto trazos sometidos al camino azaroso de las
curvas, como reflejo del submundo intelectual que anida en el
subconsciente y dirige la realidad. A pesar de la desorganización de
los elementos representados en cada pieza, signo del paso de los
habitantes intuidos, son definidos éstos por sus objetos,
organización de su entorno y el colorido reflejado en cada una de
las composiciones. Cada una de ellas guardan un párrafo del
discurso total contenido en esta instalación.
Miguel Ángel Vázquez Vera aúna la
impronta del color expuesto en sus tonalidades básicas,
industriales, en boga en los años sesenta, con el misterio
irracional de los surrealistas y una narración sencilla, ligera al
entendimiento y de fácil comprensión. Muestra el pintor una visión
del mundo contemporáneo sujeto a la contraposición de ideas e
intenciones. El orden quiere imponerse, más siempre está sujeto a
la acción del derrotero que el pensamiento libre quiera escoger, la
diferencia rompe el conjunto, la Humanidad es definida por el rastro
que deja, expresadas en su más cruda inconsecuencia, armonía y
destrucción, pareciendo primar ésta última. El cromatismo presente
en cada pieza enseña la emoción del momento, los cambios de estado
de ánimo, concluyendo el artista en su resultado final en un amargo
futuro, siendo el silencio el horizonte que aguarda.
Miguel Ángel Vázquez Vera propone un
trabajo de gran calidad estilística, dominando el lenguaje del
color, y desarrollado con gran inteligencia creativa.
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