LA PERMANENCIA DE VALENTÍN ALBARDÍAZ
Obra de Valentín Albardíaz en la
Galería La Empírica, Granada. “ Variaciones de un acorde final”
Hasta el 16 de abril.
El color sustenta la obra del Valentín
Albardíaz, siendo protagonista en toda su producción plástica.
Este pintor andaluz desarrolló en pocos años una carrera artística
de gran valía pictórica, original, intensa, de poderosa huella
visual, mas la mala fortuna hizo que falleciera en dos mil trece.
En esta galería se muestra su obra
última más aquella que el pintor nunca expuso, siendo un momento
propicio para recordar su trabajo y persona.
Las piezas de este creador plástico
constituyen una aventura cromática hacia las entrañas de la luz,
explorando en sus confines tonales, mostrando elaboraciones donde
unas veces describe la secuenciación de sus gamas, expresadas como
una continuidad rítmica, de graves y agudos, en las que van
sucediéndose sentimientos azarosos, surgidos de emociones que
asaltan los límites de la racionalidad, para desbordar la
comprensión y mostrar otras estancias en el pensamiento. Se abre la
percepción hacia espacios atemporales, que evaden la atención y nos
describen otra forma de entender el universo circundante. Para ello
hay que asistir a la Sala predispuesto a gozar del color, creer en la
representación plasmada en el cuadro como evasión visual, disfrute
intelectual que supera la mera impresión estética.
En otras piezas Valentín Albardíaz
se internó en la descomposición de las radiaciones cromáticas, en
la puesta en duda de su existencia como sustancia real, siendo sólo
apariencia sensitiva, que enmascara el vacío vibrante, energía
pulsante que encierra otras posibles realidades. El artista investiga
en todas las posibilidades, las expone, representa e incluso las
difumina en la sencilla recreación en el lienzo. La danza chispeante
invade la pieza, a veces sólo los trazos de su recuerdo, siendo la
intuición, suscitada por la fantasía, camino para vislumbrar la
realidad alternativa.
En algunas composiciones, Valentín
Albardíaz propone textos construidos con manchas de colores, según
un orden estético cuya lógica comprende la mirada, sea como nota
musical o relato escrito con un lenguaje de color.
Con todas estas impresiones intento
explicar las sensaciones originadas en la contemplación de la obra
de este gran artista, preparando la observación del espectador para
entrar en el campo de su influjo.
Fue Valentín Albardíaz un estudioso
de la Luz, persiguiendo el sendero de su rastro, expuesto como efecto
que cubre perspectivas diversas, que abren otro tipo de comprensión
de la realidad. Los colores nos descubren las formas ¿pero qué hay
tras su presencia fugaz?
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