UN QUEJÍO ROMPE LA
MADRUGÁ
Autor: David Zafra. Título: Carmen Amaya de leyenda.
Lugar: Centro Cultural Gran Capitán. Fecha: 16 de junio.
Rompe el quejío el espacio del cuadro, para adentrar en
sus profundidades y herir el alma. Así es el trabajo que Zaafra deposita en
cada una de sus piezas, cuando el temblor lo inunda y traspasa su voluntad,
para dirigir la mano en realidades reflejadas en espacios enmarcados. El ritmo
hondo palpita en cada una de ellas, sean con el gesto, la figura o el ritmo
intuido en el baile. Todo es expresión
del cante jondo, fuerza y ruptura de formas envaradas, que se deslizan libres
en la faz de los cuadros. La pasión aflora, desbordándose como un torrente inicial
en la contemplación primera, pero tras el esplendor de su embrujo, trascurre
con una cadencia monótona, íntima, personal, sólo sentida por quienes comparten
la emoción del artista.
Zaafra
continua su aventura plástica en pos de atrapar el duende del arte flamenco, lo
intuye y persigue, siendo resplandores de su acercamiento cada una de las obras
que muestra. No exagero, pues a diferencia de otros que se recrean en los
tópicos costumbristas granadinos, que tanto dan, él investiga, indagan sobre
nuevas texturas, buscando el colorido que represente la penumbra de la
madrugada, la soledad fría en la que el cantaor se funde con la magia.
Huelga
aquí explicar si domina el dibujo, y menos comentar el color que trabaja, el
resultado está en sus producciones, ajenas a los gustos, que trascienden lo típico
para concluir elaboraciones producto de la investigación, buscando la figura
ideal que sea portadora del genio contenido en el cante jondo. Trasmite
sensaciones, busca nuevas formas de expresión sin romper el molde de la figura,
trabaja con elementos matéricos novedosos, sin importarle seguir circunscrito
en el área costumbrista, mas él supera el planteamiento inicial, dándole un
toque de calidad. Hace años que le hice una crítica, siendo el tiempo testigo
de su evolución hacia formas de maestría plástica.
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