Y DEL BARRO SURGIÓ LA VIDA
Autor:
Jesús Montoya, Título: La transformación constante. Lugar: Sala
de exposiciones de los Servicios Centrales de Caja Rural de Granada. Fecha: Hasta el 8 de junio.
Una
zoología fantástica es descrita en la exposición de Jesús Montoya, joven
artista granadino, que muestra su trabajo plástico durante estos días.
La propuesta ofrecida está constituida por esculturas y
dibujos, que comparten el tema común de la dualidad existente entre la esencia
humana y el poder de los instintos, expresada como la mixtura de hombre y
animal, siendo el concepto comprendido en su visualización la imagen de la
conducta humana inconsecuente, marcada por el yugo de las pasiones. Aparecen
también seres deformes, inconclusos en su forma, donde destaca la parte
corporal que se recuerda al pensar en ella, la que le da carácter. En algunas
es la pura figura retorcida de torsos, o cuerpos entrelazados, de donde emanan
explosiones pasionales envueltas en un éxtasis gozoso, o intenso en el dolor
que toda transformación conlleva.
La
obra presentada está inmersa en una poderosa expresividad, recargada,
desgarradora, siendo la conclusión de cada pieza la mirada infinita de los
seres creados, una mirada suplicante, perdida en el horizonte, sin salida ni
redención final. Estos seres nacen del barro, de la energía del soplo cálido,
pero viven presos de la envoltura zoomorfa, que dirige su existencia.
Jesús Montoya elabora esculturas surgidas del cocimiento
de la mezcla de arcilla y piedras, cuyo
resultado se expresa en composiciones sólidas de gran peso visual, que cala el
entendimiento y retiene la atención, trasmitiendo la idea que origina la forma
de la escultura. Es un mensaje de intensidad tremenda, que como un fogonazo
ilumina el entendimiento.
Sus
dibujos están realizados con elementos diversos, como grafito, acuarela,
bolígrafo o tintas, que reflejan en cada pieza las esculturas expuestas. Éstas
poseen una profundidad espacial que rompe las dos dimensiones al observarla,
pese a los tonos de apariencia monótona. Es la representación cromática de la
intrascendencia, que la huella de su existencia deja tras el paso por el
recuerdo, pues al final las ataduras materiales de las pasiones y ambiciones
autoconsumen y anulan el movimiento. El dibujo es preciso, de trazo rotundo,
sin interrupciones, que desborda el plano para querer salir del entorno
enmarcado.
Este artista posee un gran talento estético, dinamismo
plástico, y rica dicción en el relato contenido en las obras trabajadas,
haciéndonos partícipes de las metáforas reflejadas en ellas.
Puede contactar con el blog del pintor en:
blogdejesusmontoya.blogspot.com/2013/.../exposiciones-individuales.ht...blogdejesusmontoya.blogspot.com/2013/.../exposiciones-individuales.ht...
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