LA PINTURA DE MARTÍN PASTOR
Autor: José Francisco Martín Pastor.
Título: Sin norma. Fecha: Hasta el 30 de enero de 2022.
Expone
José Francisco Martín Pastor una producción exuberante, variada y
siempre fresca. La muestra consta de ochenta y cinco piezas. Esta
propuesta recorre su variada actividad plástica, desde los setenta
hasta la actualidad, presentando diferentes formas de abordar la
expresión pictórica, siendo siempre fiel a la emoción asociada al
descubrimiento de nuevas sensaciones. Su obra es un camino de
búsqueda sin fin, sostenido por la ilusión de encontrar la plenitud
ante la composición total, aquella que agota toda iniciativa
posterior, mas es un espejismo, una fantasía que espolea la
exploración artística, cuyo horizonte se atisba, sin posibilidad de
alcanzarlo. Esta aventura no posee un resultado baldío para el
autor, sino al contrario, constituye una transformación del pintor,
enriquecimiento, profundización en el conocimiento de la esencia del
color, de la realidad percibida, incluso supone su desarrollo vital,
significando un camino iniciático, aunque el propio artista
desconozca este yugo, moviéndose sólo por la necesidad de pintar.
El azar es
el genio que dirige todo el proceso de su trabajo plástico, pues
libera el pincel del orden racional, abriendo el sendero hacia
perspectivas distintas de la obra anterior. Esto hace que se interne
el artista en un mundo ignoto, libre del orden pensado, caos
cromático, laberinto sin fin, donde en la pasión intensa se intenta
vislumbrar las distintas formas perseguidas. Esto solo es posible si
se domina el oficio, resultado de largas horas de trabajo e
indagación.
Martín
Pastor ofrece modos de pintura variada, utilizando técnica mixta
sobre tabla o lienzo, acrílicos, o grabados sobre diferentes
soportes.
En el
conjunto mostrado se ofrecen piezas que comprenden la figuración o
estilos abstractos, siendo el hilo que las une el espíritu del
color, sus fluctuaciones ordenadas de acuerdo al ambiente emocional
imperante, tras la disección de la realidad pretendida por el
pintor.
Hay obras
con una fuerte impronta de la pintura que bebe del carácter del
entorno almeriense, recordando a los batarros de los pintores del
Almanzora, agregando el artista un influjo cromático potente,
emocionalmente apasionado, expuestas sus escenas como una revelación,
cuyos grupos de personas ofrecen individualidades en los que cada una
habita en su mundo íntimo. Misterio, soledad, dureza en la mirada,
conformismo vital, son los gestos que dan sentido a cada una de
ellas.
Excelente
experiencia visual, rica e intensa, la ofrecida por Martín Pastor.
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