domingo, 10 de abril de 2011

COMO UN ESPEJO

Título: Cómo un espejo. Autor: Joaquín Casanova.
Palacio de los Condes de Gabia. Hasta el 24 de abril.

Entrar solo en la Sala es impresionante por las sensaciones percibidas, que aíslan al espectador del entorno real para sumergirlo en espacios interiores del subconsciente, desván de miedos.
La soledad insoportable del ser, en su mundo interior, es el eje central de esta propuesta artística, que mira al pasado como referencia imposible de modificar, cuyas consecuencias dictan el futuro, convirtiendo la realidad en sucesión de instantes insoportables, que transcurren como tortugas que el autor expone; lentas, monótonas, sin descanso, surgiendo del infinito para transformarse en la cara de mirada perdida.
La figura central de la Sala está recluida en sí, en su mundo íntimo, mirando al pasado, convertida en sal, absorta, inamovible, seca... No hay futuro, pues el pasado es presente infinito. Como decía T.S. Eliot en Cuatro cuartetos.
Pide ayuda, grita al mundo, pero es mudo su efecto, no hay respuesta, siendo percibido ajeno por el espectador, que vive en la dimensión dinámica del tiempo.
La estatua de sal permanece sola en su bañera, ajena al tiempo, ante la inmensidad del mar proyectado al fondo, eternidad que nos ahoga, cubre y disuelve, pues al final no somos nada.
Joaquín Casanova acierta en el montaje plástico presentado, relatando con acierto, tensión, buena puesta en escena y magia en la distribución temporal de las piezas, que unidas a las proyecciones, y sonido de fondo, consigue reproducir la realidad íntima de la idea obsesiva que seca el pensamiento. Por eso la sal es el elemento básico de la muestra, símbolo de vida sin esencia, seca, blanca y pura, espacio de muerte.
El artista logra crear un espacio tridimensional que se recita cíclicamente con el tiempo, con poderosa dicción plástica, convirtiendo al observador en explorador interno de la obra.
Magnífica claridad de ideas, expresada por Joaquín Casanova en esta propuesta artística, construida con sobriedad, inteligencia y limpieza expositiva.

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