Título: Un cuento chino. Autor: Juan Vida. Lugar: Biblioteca de Andalucía. Hasta el 27 de abril.
Envuelta en un mundo de fantasía, feliz y libre de miedos, vive Julia, movimiento que rompe la quietud milenaria de su entorno. Es ilusión, sueños cumplidos que se hacen imagen, ternura y alegría. Refleja el tiempo futuro en su mundo de inocencia, bajo el cuidado del rey de los cuentos.
En un entorno sencillo, donde los elementos depositados refuerzan la figura central de la protagonista, o su alegoría del mono, travieso, imprevisto, activo y juguetón, aparecen espacios pintados con una limpieza visual que cubren el intrincado camino de su composición, cuando la complejidad se esfuma en un océano de colores vibrantes, tocados por el refulgente dorado, símbolo de la plenitud, y azules en su diversidad de tonalidades, que se organizan en un conjunto suave, delicado, que transcurre apacible, ajeno al dictado del tiempo, pues sólo existen Julia y su fantasía.
En la definición cromática de cada pieza mostrada acompaña la calidez que definen sus colores, según la situación descrita; más intenso cuando se trata de la añoranza del pasado, del torbellino de la niña que rompe la placidez del universo regido por el orden universal confuciano, o con tonos más ligeros, cuando quiere describir las imágenes de los sueños, evanescentes, ligeras y elegantes, que sin estridencias ni densidades producen un poderoso impacto visual. Pues Juan Vida introduce en los cuadros de cromatismo apacible un dibujo rotundo que se esfuma en el color, para mezclarse con el cosmos de radiaciones emanadas, y relatar susurrante el cuento chino que hace partícipe de su emoción al espectador que los contempla.
Juan Vida sigue asombrando, sin necesidad de cambios radicales, jugando con el lenguaje del color y la precisión del gesto, que su hábil dibujo permite configurar, produciendo obras de calidad y armonía visual, que dejan escrita en el recuerdo la belleza serena contenida en cada obra colgada.
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