domingo, 15 de mayo de 2011

CÁNTICOS DE MAYO

 Parte  I                                                       

Tarde apacible de primavera, envolvente y sedosa,susurrante de alegrías.
La luz derramada por el Sol, como un torrente empapa y sucumbe todo a su fuerza. Energía dorada que penetra hasta en la más ínfima oquedad, hacha potente del firmamento, luz de triunfo y vida.                           
Flores que explotan, zumbidos de insectos, paz que transcurre sobre la faz traviesa de un campo en primavera.                                           
El optimismo triunfa por doquier, la alegría es dueña y señora, ya es tiempo de realidades, los hechos mandan y el recuerdo es fiel testigo de sus mieles; ) será en el futuro recordatorio de los deseos cristalizados ? ) o acaso de más frustraciones ? Es por eso que la memoria posee sabor agridulce, mas el transcurrir de los días lo convierte en exquisito, si no en estigma.                         
Pero olvidemos lo triste, que viva la alegría e inunde nuestras almas pues ya es primavera, ya llegó la belleza; elixir invisible, inmaterial pero tanginble, por los espíritus anhelantes.                          
Ha sido buscada en el crepúsculo de las estaciones, perseguida en la oscuridad de los días fríos, llamada en las claridades cristalinas a cero, soñada en blancas llanuras, deseada en el bosque escarchado, apareciendo radiante, prometetora de bellas sensaciones. La embriaguez que su éxtasis origina, hace penetrar en los arcanos mismos de la realidad , hasta fundirnos en ella. La resaca será impresionante , el estío su contraste, y con él nueva aventura.
La primavera ha llegado, la belleza nos inunda.                                                

Verde brisa suave y caricias de alegrías son sus signos, y no nos cansamos de ellos, han sido muy añorados. Por eso disfrutémosla, vivamos a fondo, bebamos sus placeres, en San Juan será otra historia, los deseos también distintos. La primavera ha llegado, la vida está aquí.                                              
                       

Parte   II


   Atardeceres perezosos de Mayo tras un triunfal crepúsculo repleto de ansiedades. Horas explosivas que cantan a la vida sin miedo a la noche, porque ella es compañera y cómplice.
   Momentos de alegría, esperando la pausa reparadora para vivir un nuevo festival de belleza, que la estación de Dionisos nos regala.                                      
   Temblorosos instantes, deshechos en sensaciones al ser rozados, anhelantes de gozo y pasión, rotundidades que quieren ser plasmadas para poder amar; estos sentimientos fluyen hacia ninguna parte ocupando el espacio, ese lugar oculto que lo llena todo, sugeriendo procacidades a los espíritus sensibles a su existencia; cuya bebida otorga el don de la esencia divina, pues libera y transciende, descubriendo la faz real que vela los sentidos, tiranos de la verdad truncada por la percepción.                                       
   Mes triunfal, preludio de explosivas horas abrasadoras de ánimos y personas.
   Mayo aguerrido , violento por sus pasiones, agresivo y provocador, sacude los cuerpos y los hace sentir.                          
   Sus aromas narcotizan, sus colores dislocan, y las radiaciones con que hieren a todo aquel presa de su lujuria , producen enajenación, poseidos por Baco, esclavos de sus fantasías caprichosas, floreciendo la vida.                                             


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