Autor: Jesús González Requena. Título: Escenas fantasmáticas. Lugar: Centro José Guerrero. Fecha: Hasta el 10 de julio.
Esta exposición constituye un experimento original y sugestivo, en el que se desarrolla la relación imaginaria entre Alferd Hitchcock y Luis Buñuel a través de sus obras. Los sentimientos íntimos traducidos en sus producciones son explorados, indagando en las coincidencias de trayectorias artísticas diferentes que se entrecruzan en puntos determinados, presentados como rasgos personales del subconsciente común en ambos autores.
Es expuesta esta idea en una performance muy elaborada, que consigue comunicar con claridad el concepto central de la propuesta de Jesús González Requena. Son mostradas aquí las obsesiones que anidan entre los pliegues de la personalidad humana: sexo, violencia, ambición sin límites… Los dos directores abordan el tema desde perspectivas y culturas diferentes. Alfred Hitchcock lo hace desde la ética puritana del protestantismo. Aunque guarda las formas surgen estas imágenes en sus películas como chispazos de intensidad cegadora, que relegan el resto de escenas. Luis Buñuel parte desde la moral católica de la España profunda, presentando sus ideas de forma más descarada y explícita. La transgresión de las normas establecidas, el oscuro deseo por el sexo femenino, son coincidentes en los dos cineastas. La mujer es el centro de atención, girando sus historias en torno a su presencia.
Logra Jesús González Requena anudar los puntos de coincidencia en dos carreras cinematográficas aparentemente sin ligazón, pero que se funden en el trasfondo común del deseo prohibido. Las escenas son relegadas a un segundo plano, para soportar la trama común que impregnan las historias contadas por los dos directores, transformando el material fílmico en un collage visual, en el que las imágenes de sentimientos coincidentes son convertidas en piezas que componen una nueva obra, siendo las obsesiones reflejadas en ellas su tema central. Jesús González Requena comunica muy bien la tesis contenida en su ensayo. Abre una puerta hacia el lugar oscuro del subconsciente humano, cuya presencia inquietante provoca reflexión.
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