sábado, 4 de junio de 2011

CABO DE GATA XI

El cielo se cubre de una pátina azul borrosa, pesado y denso, impertérrito ante el torrente luminoso que abrasa los campos, cubriendo asfixiante la faz terrestre, oprimiendo con su sofocante coraza el tórrido aire cargado de aromas perezosos.
El horizonte tintinea, ofreciendo imágenes burlonas, ebrio y desquiciado por el imperio de Helios. Todo está tranquilo, y mientras, los grillos cantan su felicidad en los restos ya de aquello que fue primavera. Zumbidos de insectos, calor y reposo, estas son las sensaciones que invaden los espíritus.

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