Autor: Simón Zabell. Título: Sobre el cielo de Honolulu. Lugar: Galería Sandunga. Fecha: Hasta el 4 de julio.
Excelente propuesta es la ofrecida por Simón Zabell, donde trascribe las sensaciones producidas al escuchar unas piezas musicales hawaianas, compuestas por uno de los últimos monarcas de la isla, que observa melancólico el transcurrir decadente del dorado atardecer, preludio de la noche profunda bajo el dominio de un país extranjero. El pintor transforma estas partituras en un lenguaje plástico que hace partícipe de las emociones percibidas al espectador.
Toda la Sala está inmersa en una sinfonía oculta, sólo aprehendida por la mirada, que trasmite la tristeza que cabalga en cada una de las notas musicales, nostálgicas del paraíso perdido, del tiempo que se apaga.
S. Zabell organiza y define con precisión esta emoción musical que sustancia la composición oída, elaborando piezas de expresión concisa, libres de recargamientos inútiles, centrado únicamente en el símbolo que describe el origen de su idea, la flor, inmersa en un torbellino cinético, que encuadra en un orden cambiante. Elabora sus cuadros con economía cromática, pues el negro es el color casi único, que en sus diferentes intensidades produce múltiples tonalidades de grises.
Las flores caen lentamente, soportadas por el viento, cadenciosamente, rozando sedosamente la faz del cuadro, elevándose, desplazándose o cayendo sin fin, en función del ritmo musical representado, engarzado en un entramado geométrico. El fondo oscuro que aparece en sus cuadros representa el ocaso de la luz, el comienzo de la larga noche, leitmotiv de la melodía. Surge en cada composición un pequeño destello dorado, fulminante, que agujerea la retina, como si un chispazo de esperanza fuera.
La obra expuesta está elaborada con limpieza, inteligencia, realismo y magia visual, que seduce al observarla. Este pintor ha creado piezas de gran sensibilidad artística, que muestra el arte en su pureza original.
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