El conformismo y los sueños caminaban juntos, esperando el milagro que los salvara, pero la ley de la existencia era cruel, el destino estaba escrito. Todo transcurre y acaba según la ley del entorno establecida.
Hoy permanecen como recuerdo de una época pasada, cuyas penalidades se conocen pero son exaltadas las formas de vida sencilla en comunión con el paisaje.
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